La segunda razón del éxito de la norma japonesa para transmitir TV Digital Terrestre (ISDB-T) que eligió Chile es su robustez técnica.
Recuerdo que en un evento de fin de año, en 2007, un alto ejecutivo de TVN me comentó mientras nos tomábamos un mojito en BordeRío (era en el "Zanzíbar"): "Mira, técnicamente las tres normas funcionan. Estamos haciendo pruebas con la Universidad Católica, y si tú miras la norma estadounidense, funciona; la europea, funciona, pero la japonesa... ¡no falla nunca!".
En todas las pruebas técnicas que se hicieron, la norma japonesa lideró.
Quizás se deba a que el estándar japonés es mucho más nuevo. (El estadounidense es el más antiguo, por eso no le da importancia a las tecnologías móviles.)
Así lo planteó en un seminario en Ingeniería una vez Eiji Roppongi, vocero del estándar en la región y representante de ARIB-DiBEG (Association of Radio Industries and Businesses): "Si es más moderna, tiene que ser mejor. Uno no va a una tienda a comprar un producto antiguo. Uno se compra el último que salió".
Se rió la gente en el seminario, pero no es trivial lo que plantea Roppongi, que batalló mucho para que se eligiera la norma japonesa en Chile.
Algunas tecnologías muy antiguas se quedan atrás y llega un minuto en que es muy difícil actualizarlas. Así pasó con el transbordador.
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